sábado, 24 de febrero de 2007

LOS TRES VESTIDOS

LOS TRES VESTIDOS
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Gen 1:27)
En el libro de Génesis, aparece un primer tipo de vestidura para el hombre creado en el huerto de Edén, El Señor los viste de su imagen y semejanza, notemos algo, no tenían nada sobre de ellos, ningún tipo de vestidura, precisamente para que no dejara de apreciarse la imagen y la semejanza con Él Señor, la intensión de nuestro Dios era que en el huerto se reflejara su imagen y su semejanza a través del hombre, por tal razón El Señor al primer hombre lo deja desnudo, nada lo cubría.
La desnudez del primer hombre es una forma de vestidura, por medio de la cual se reflejaría la obra de Dios, esta desnudez está manifestando nuestra verdadera identidad, nos enseña a vivir realmente como somos, nos habilita para poder llegar a ser uno mismo, sin ocultar nada y sin mostrar ningún tipo de “máscaras”. Muchos tendemos a querernos parecer a otros, los predicadores, cantantes, personas en general, siempre se busca el parecido con otros, siempre estamos buscando “estereotipos” para encajar en ciertos grupos y con esto dejamos de ser “nosotros mismos”. Al vivir nosotros realmente como somos, estamos vistiéndonos de esta primera vestidura. El rey David, nos dejó un gran ejemplo, desvistiéndose delante de la presencia de Dios. Esto es señal de madurez, esperamos poder alcanzar este nivel, al llegar a ser verdaderamente como nosotros somos.
A Esta primera vestidura la podemos llamar, la ropa de la realidad, no necesitamos ponernos nada encima para valer más, para “aparentar” algo, debemos de estar convencidos que nosotros somos creados a imagen y semejanza del mismo Dios del cielo. Dios nos quiere reales y genuinos, sin ocultar nada. Es el diablo quien viste al hombre creado a imagen de Dios, les abre los ojos, engañándolos, sacándolos de la vestidura que el mismo Dios había puesto. La vestidura de la imagen y semejanza es la que el Diablo quiere quitarnos, robando nuestra verdadera identidad, haciendo a las personas de doble ánimo, sin autenticidad, quiere que dejemos de ser genuinos.
Ahora ellos mismos manufacturan la vestidura que tapa la imagen del hombre, ellos se cubren la desnudez que Dios les había otorgado, las hojas de higo representan formas de vestidura que muestran falsas imágenes, egos exacerbados, formas de ser alteradas, personas variantes, nada originales, todo esto por la influencia del diablo.
La pregunta de Dios fue ¿Quién les dijo a ustedes que estaban desnudos?, el diablo fue quien atacó la identidad del primer hombre, entonces habrán situaciones de pecado que alteran la forma de ser la persona, esto provocó que ellos escondieran la imagen que Dios había otorgado previamente. Nosotros debemos de mostrar siempre la semejanza que tenemos con nuestro Padre que esta en el cielo, no darle cabida al diablo para que robe nuestra verdadera identidad.
Lo interesante de esta segunda vestidura es que fue puesta estando aun dentro del huerto, notemos que dentro del huerto no había cambiado absolutamente nada, pero esto nos muestra que muchas personas permanecen dentro de las iglesias, presentándose delante de Dios, pero con vestiduras falsas, sin ser auténticos, personas de doble ánimo, el apóstol Pablo recomienda en la carta a los Romanos, que nadie debe de tener mayor concepto de si mismo que el que debe de tener.
La intensión diabólica no era sencillamente que el hombre desobedeciera, veo una intención más grande, la cual era dejar el huerto sin imagen de Dios, el ataque consistía en lo siguiente, si el hombre era la imagen y semejanza de Dios, al cubrir al hombre con esos delantales, automáticamente en el huerto desaparecía la imagen de Dios. Es tiempo de quitarnos los delantales puestos por el diablo y dejar que la gente de afuera vea que en la iglesia esta Dios, que en nuestros trabajos esta Dios, que en nuestros negocios está Dios, que en nuestro vecindario esta Dios, necesitamos que las personas puedan ver a Dios en nuestras naciones, para cumplir así lo que esta escrito, Y toda la tierra será llena de la Gloria de Dios.
La tercera vestidura la confeccionó Dios, cubriendo con esta la falta que cometieron, saliendo del huerto cubiertos con piel de cordero, enseñándonos con esto, que nuestro Dios quiere que salgamos mostrando al mundo que a pesar de nuestras faltas el proveyó un cordero que limpia el pecado. Ahora por el sacrificio del cordero de Dios, podemos quitarnos las vestiduras falsas que el diablo a puesto sobre nosotros, cubriéndonos de cordero mantenemos el principio que Dios quiso establecer desde un inicio, que el hombre mantuviera la imagen y semejanza con la cual había sido creado, el cordero inmolado, Jesús, nuestro Señor y Salvador, según la epístola a los Hebreos lo declara así: El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Y cuando había hecho la purificación de nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. (Heb 1:3)
Le invito a despojarse de toda falsa vestidura, a quitarse la falsa identidad que Satanás ha querido implantar en usted y se vista con pieles de cordero, que vuelva a retomar el deseo de Dios de reflejar siempre Su imagen y semejanza, la cual únicamente puede adquirirse por medio de nuestro Señor Jesucristo, cumpliendo con esto la palabra que dice: y vestíos del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad. Por lo tanto, habiendo dejado la mentira, hablad la verdad cada uno con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros. (Ef 4:24-25)

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