sábado, 24 de febrero de 2007

.MANTO DE COLORES

.MANTO DE COLORES
Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete ańos, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente. (Gen 37:2-4)
Estamos en la época del anciano de muchos días, recuerde que El Seńor es el anciano de muchos días, en el nuevo pacto se muestra al Seńor sentado en el trono como anciano de muchos días, por lo tanto nosotros somos los hijos de su vejez. Haciendo una similitud, José era muy amado porque era el hijo de la vejez de Jacob, por tanto si somos los hijos de Jehová sentado en el trono como anciano de días, también hemos de tener un manto de colores.
Cuando veamos a nuestros hermanos en malas andanzas, debemos llevar el reporte al Padre, para beneficio de nuestros hermanos, igual como lo hizo José. No debemos ir al otro hermano, sino al Padre, para que esto no se vuelva una murmuración.
Debemos ponerle atención al sueńo y a la vestidura, estos dos aspectos van ligados, ya que cuando José tenía diecisiete ańos, a muy temprana edad, le revelaron tanto lo que iba a hacer como lo que él sería en el futuro.
Como podemos ver en el relato bíblico, José tenía un destino de dominio y de autoridad, el tenía un futuro de dominio. Como podemos observar el sueńo donde las estrellas, el sol y la luna se postraban ante José, y los hermanos lo odiaban aún más. Si nuestros hermanos no son sońadores, al ver nuestro sueńo nos odiaran, y no gozarán con nosotros, es necesario ser sońador y visionario como El Padre lo ha determinado.
También podemos observar que no todos los hijos de Jacob tenían manto de colores, al igual que Jesús primero tuvo una multitud, luego disminuyeron a setenta y dos, seguido de esto tubo doce discípulos, luego tres y por último el único que se acercaba el pecho de Jesús fue Juan; y no es que Jesús haga acepción de personas, sino que es la forma en que le buscamos, si nos acercamos a El, seremos uno de sus preferidos, de lo contrario no. Si lo empezamos a buscar hoy, lo primero que va a suceder es que vamos a empezar a sońar.
Entonces viene Israel y dice según la escritura “Y amaba Israel a José más que a sus otros hijos”, no está diciendo que no amaba a sus otros hijos, pero si que amaba más a José, es lo mismo con nosotros ahora, Dios nos ama a todos, pero ama mas a los que nos acercamos más, todos tenemos la oportunidad de llegar a esta intimidad, pero depende de nosotros el acercarnos más o no. El asunto es volvernos personas como José.
Si observamos detalladamente la palabra en el salmo cuarenta y cinco, vemos: “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compańeros. Todas tus vestiduras están perfumadas con mirra, áloe y casia; desde palacios de marfil te han alegrado con instrumentos de cuerda”. (Sal 45:6-8)
Por tanto a Jesús lo ungieron también con un óleo más exquisito, por lo tanto Dios viste y galardona de acuerdo a como somos con El en particular. No tuvimos que hacer nada para ganar la salvación, sin embargo debemos hacer mucho para llegar a ser uno de sus preferidos.
No murmures en contra de sus preferidos, porque Jehová los cuida con celo, ni critiques a los amados de Dios, recuerda que tú también tienes la opción de ser preferido, por tanto mejor imita lo bueno para alcanzar también la predilección del Padre.
El manto de colores provoca a ira o a envidia a los demás, muchas veces unos tienen la apariencia para que hablen mal de ellos, pero mejor no murmurar, no vaya a ser que nos topemos con un predilecto de Dios.
José nunca olvidó el sueńo que tuvo, su destino, autoridad y dominio futuros. Al manto de colores le llamo “El vestido de gracia”, es decir, hay gente que sin hacer nada, lo tiene todo, la mayoría de la gente que es criticada es porque esta bien vestida, no se va a criticar a una persona mal vestida o mala apariencia, dicha persona no provoca envidia en las personas, sino los que están bien o incluso mejor que otros. Decimos mucho de nosotros por la forma en que nos vestimos.
żQué fue lo que provocó a envidia a los hermanos de José?, lo sońador y la forma en que se vestía, al verlo los hermanos decían “Ahí viene el sońador”, y el manto seguramente, se mecía de lado a lado cuando caminaba José. Es necesario que nos consideremos a nosotros mismos “un favorecido de Dios”, ser un favorecido es como no trabajar tanto, pero viene TODO. La palabra de Dios menciona: “Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues El da a su amado aun mientras duerme”. (Sal 127:2)
Aún mientras duerme el amado, Jehová le provee, cuando tenemos gracia, se levanta conspiración y envidia de nuestros propios hermanos. A José los hermanos planearon asesinarle, de la misma forma le sucedió a Abel. Existen personas que hablan de su propio pastor o del hermano del que se sienta a la par en el servicio.
Sin embargo, se fragüe lo que se fragüe, los “Josés” vamos a llegar a nuestro destino, el objetivo de las tinieblas era que José dejara de sońar y quitarle el manto de colores.
Por tanto los hermanos planean asesinarle y dicen entre sí, “llevémosle al campo tińamos en sangre sus vestiduras y digámosle a nuestro padre que una bestia lo asesinó”, y de hecho fue así, porque la bestia estaba dentro de los hermanos de José. El diablo va a querer tomar lo que El Padre nos ha dado, va a tratar de robarnos la medida de gracia que nos fue dada.
Es como que el diablo dijera, “A Dios no lo puedo tocar, pero a los que más ama Dios si”. Los hermanos cavilaron entre sí y dijeron que una bestia lo había asesinado. La Biblia King James, dice “lo introdujeron a la cisterna y le dijeron quítate la vestidura de colores”, van a poder tocarnos cuando estemos desnudos, por está razón tuvieron que quitarle las ropas a Jesús para poder tocarle.
Al regresar los hermanos de José a su padre y llevarle las vestiduras manchadas de sangre, Jacob mismo corrobora, “Una bestia desmenuzó a mi hijo”, luego de ello entró a una tristeza inconsolable, por causa de una mentira, parte del espíritu de la bestia es hacernos creer cosas que no son, para que nos sintamos tristes, y Jacob también dice: “Bajaré enlutado al Seol con mi hijo”. Jacob cayó en un luto espiritual por una mentira.
José en la cisterna pudo haber dicho: “si vi en mi sueńo que el sol, las estrellas y la luna, se inclinaban ante mi, y lo recordaba constantemente y se decía a si mismo he de ver cumplido ese sueńo”, debemos recordar nuestro llamamiento inicial, nuestro propósito eterno.
En ese momento quizá José no entendía lo que sucedía, pero era necesario que pasara por todo eso para llegar al cumplimiento del propósito y destino definido por Dios, si no pasa por la cisterna, no llega a Egipto, y luego es virrey de la misma región.
A veces la bestia se apodera de algunos hermanos, para meternos a la cisterna, pero Dios en su perfecto designio lo convierte en bendición para llevarnos a ver cumplido el sueńo y destino de Dios para con nosotros.


Pastor. Ricardo Pantoja Cruz

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