sábado, 24 de febrero de 2007

LAS DOS NATURALEZAS

LAS DOS NATURALEZAS

Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, de ser posible, pase de mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como tú. Volvió a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar ni una sola hora conmigo? Velad y orad, para que no entréis en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil. Mateo 26.39-41
Es sorprendente saber que Jesús esta consiente que en nuestro interior tenemos dos naturalezas, primero somos de carne y segundo somos espirituales. Dios sabe que nosotros tenemos una naturaleza pecaminosa, y aquel que dice que no peca, miente, por lo tanto también ofende a Dios diciéndolo.
Nos podemos dar cuenta que el Señor sabe que tenemos carne y espíritu; sin embargo no habla nada del alma, entonces entendamos que en las diversas situaciones de nuestra vida, o estamos en un extremo o en el otro, estamos en la carne o estamos en el espíritu; aunque tengamos cuerpo no quiere decir que seamos carnales, nos volvemos carnales si dejamos que nuestro cuerpo haga lo que desea, por ejemplo: Jesús jamás fue carnal, aunque el también tenia cuerpo, sin embargo durante toda su vida lo tuvo bajo dominio.
Busquemos cual es el significado de carne, la Biblia le llama carne a un corazón corrompido, por eso es que Jesús dice que lo malo no es lo que entra si no lo malo es lo que sale del corazón, allí esta hablando del corazón corrompido. A lo largo de esta predica estudiaremos que es el corazón corrompido y porque la palabra de Dios dice que el corazón es engañoso.
AL principio nuestra naturaleza es carnal, tenemos actitudes pecaminosas a causa del pecado que se ha transmitido de generación en generación, de hombre a hombre, desde Adán. Todos los hombres adquirieron esa naturaleza pecaminosa, a excepción del mas grande de los hombres, de allí la explicación de porque Jesús tuvo la necesidad de nacer de una virgen, simplemente porque no la había tocado ningún hombre, si José hubiera tocado a María, Jesús hubiera heredado la naturaleza pecaminosa que había existido desde Adán y también hubiera tenido un corazón corrupto.
Nosotros heredamos un corazón corrupto, a causa de haber sido fecundados por un hombre, cuando veníamos en el espíritu y aun no teníamos cuerpo teníamos acceso a la gloria, pero cuando ese espíritu se introdujo en el cuerpo, morimos por que “accesamos” a la dimensión de la muerte, y cuando fuimos fecundados por nuestros padres heredamos el pecado que nuestros padres habían adquirido de sus antepasados y estos a su vez de sus antepasados hasta llegar a Adán.
Por esa razón Dios no permitió que ningún hombre interviniera en el embarazo de la Virgen María, Dios necesitaba darle cuerpo a su hijo que estuviera libre de corrupción, por eso el ángel la declaró bendita, la llenó de gracia para que tuviera en su vientre a Jesús, y le declaró que lo que iba a nacer de su vientre sería santo, en ese momento lo apartaron de la genética humana, y le dieron la naturaleza de Santidad.
El Segundo misterio revelado, es que mayores cosas que las que Jesús hizo haremos, el Señor logró con un corazón limpio y libre de corrupción guardarse para Dios, entonces lo mayor que podemos hacer de lo que Jesús hizo es que teniendo un corazón corrupto, el cual hemos heredado de nuestros antepasados, nos guardemos también para Dios, y así logremos hacer algo mayor de lo que Jesús hizo en la tierra, por eso el apóstol Juan dice: El que es nacido de nuevo no peca, el apóstol se esta refiriendo a la naturaleza espíritu, al Cristo que hay dentro de nosotros, a la naturaleza santa que esta en nuestro cuerpo.
Por esa razón el apóstol Pablo “desapareció”, y dijo: ya no vivo yo, si no Cristo vive en mí, de allí tenemos la esperanza de que Jesús esta creciendo en nosotros y va a llegar a expenderse de tal forma que vamos a “desaparecer” como el apóstol Pablo; dejando de ser nosotros para que solamente sea Jesús el que se vea.
Nosotros somos un espíritu con un estuche de carne, y depende de lo que nosotros hagamos para saber que naturaleza es la que se expande, si la naturaleza del espíritu o la naturaleza de la carne, es posible que aun tengamos actitudes del pasado, y que supuestamente no nos afectan, claro no puede afectarnos en nada por la sencilla razón de que en nuestras vidas Jesús no se ha expandido, y tenemos un vació que intentamos llenar con algo.
El Señor Jesús dijo: Donde esta el cuerpo muerto allí se reúnen las aves, el cuerpo muerto es atractivo para cualquier tipo de ave de rapiña, recordémonos cuando Abraham le presento un sacrificio al Señor de aves muertas, relata la palabra que atrajo a las aves del cielo y Abraham tuvo que espantarlas con su vara, es decir que cuando en nosotros existe una parte que esta “muerta” somos atractivos para los demonios. Eso fue lo que Satanás nunca pudo hacer con Jesús, porque si bien es cierto Él también tenía cuerpo, intento persuadirlo para que en Él existiera algo muerto, no lo logró, porque en Él no había pecado.
La vara que Abraham utilizo para espantar las aves, simboliza al Espíritu Santo, que el Señor nos lo a dado por su amor para espantar a esos espíritus inmundos, sin embargo debemos de quitar de nuestro cuerpo esas partes “muertas” que heredamos de nuestros antepasados, desde Adán el hombre terrenal y así dejemos de alimentar a las aves de rapiña; Por eso Jesús dijo: Lo que contamina al hombre no es lo que entra si no lo que sale, y menciono trece cosas que numeró en evangelio de Marcos capítulo siete, Jesús dijo: Porque desde adentro, del corazón del hombre, salen:
1. Los malos pensamientos
2. Las inmoralidades sexuales,
3. Los robos,
4. Los homicidios,
5. Los adulterios,
6. Las avaricias,
7. Las maldades,
8. El engaño,
9. La sensualidad,
10. La envidia,
11. La blasfemia,
12. La insolencia y
13. La insensatez.
Todo lo que nos contamina sale de nuestro corazón, lo que nos hace pecar es nuestro corazón corrupto, no lo que comemos, ni el maquillaje, ni el vestido, es nuestro corazón. Pero ese mismo corazón corrupto es que el que Dios utilizó para que confesáramos y creyéramos en el Señor Jesús como nuestro salvador y fuimos salvos.
Por esa razón nuestro espíritu ya no puede pecar y para deshacernos de ese corazón corrupto, tuvimos que nacer de nuevo, pues esa era la única forma de que no tuviéramos la herencia de ese corazón corrupto, y de esa forma poco a poco hemos e iremos dejando la mala manera de vivir.
Veamos entonces que la Santa Cena es poderosísima, el pan que por la fe se vuelve carne y el vino que en el espíritu se vuelve sangre, desvanece nuestra naturaleza pecaminosa, y poco a poco hace crecer la naturaleza de Jesús dentro de nosotros.
El apóstol Pablo se pregunto ¿quien me librará de este cuerpo de muerte?, y el mismo se contestó, Jesucristo, dependiendo a quien alimentemos mas así va ir creciendo el Jesús que esta dentro de nosotros, primero posiblemente tal vez solo gatea, pero después va a caminar, y luego va a correr, y nos vamos a ir despegando de nuestro pecado y de nuestra carne, para convertirnos completamente en vividores de una nueva naturaleza.
Esa es la razón por la cual las generaciones actuales heredan la naturaleza pecaminosa y es por eso que las nuevas generaciones son cada vez peor que las anteriores, pero de igual manera Jesús está sacando las nuevas generaciones, por eso dice la palabra; los que vieron la tierra prometida fueron los jóvenes y los viejos se quedaron muertos en el camino, no esta hablando de una edad cronológica si no de la naturaleza vieja que queda en el olvido y es la naturaleza joven la que hereda la tierra prometida.
¨ para que Cristo habite en vuestros corazones por medio de la fe; de modo que, siendo arraigados y fundamentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender, junto con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo ¨ Efesios 3.17-19
Solamente depende de nosotros a quien queremos alimentar, a que naturaleza, si a la vieja o a la nueva, por eso el cuervo que salió del arca no regreso, porque encontró el cuerpo de los cadáveres corruptos en donde posarse, pero la paloma dice la Biblia no encontraba donde posar su pie, preguntémonos desde cuando las palomas tienen pie, esa paloma es la figura de la persona gloriosa del Espíritu Santo, que solo puede poner su pie en donde ya no exista corrupción.
Aunque tengamos un corazón “gigante” de corrupción, donde solo demostramos nuestra vieja naturaleza, adentro hay un corazón “pequeño” y mientras se vaya expandiendo esa nueva naturaleza, ese corazón “gigante” va a ser llenado por ese corazón “pequeño”.
Que nuestro corazón nuevo se expanda y cubra el viejo, dejando de pelear por nuestras propias fuerzas, mejor alimentemos aquel que esta creciendo en nosotros, leamos la Biblia, no dejemos de orar, vayamos a la iglesia, y sirvámosle juntos a Dios, y cuando menos lo pensemos tendremos nuestro cuerpo ocupado por la nueva naturaleza de Dios.
En nuestra debilidad, en nuestro cuerpo, es donde se manifiesta la Gloria de Dios, mientras menos intervengamos nosotros su gloria aparecerá dentro de nosotros. Al terminar de leer este estudio que nuestro corazón no quede cargado, si no que estemos gozosos de saber la respuesta, lo que tenemos que hacer es alimentar a nuestra nueva naturaleza.
Pensemos ¿de que tamaño es nuestro Jesús?, es fácil medirlo, si nuestras manos todavía hacen lo de antes, si nuestros ojos ven lo de antes, si tenemos pensamientos malos como antes, entonces Jesús todavía no es tan grande dentro de nosotros, y así lo debemos de aplicar a todas las partes de nuestro cuerpo, busquemos en donde Dios no reina todavía, porque el nacido de Dios no peca. Alimentemos a nuestro Jesús, démosle de comer, de beber, aunque nuestra carne sea débil, el Espíritu debe de estar presto.
Señor Jesús ayúdanos, somos sinceros delante de ti, y confesamos que tu no tienes el tamaño que debes tener dentro de nosotros, crece por favor así como dijo Juan el bautista; es necesario que nosotros mengüemos para que tú crezcas, toma nuestro cuerpo, expande tu persona en la nuestra, amado Jesús por misericordia expándete en mi, en tu santo nombre te lo pedimos, Amén.


Pastor. Ricardo Pantoja Cruz

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