sábado, 24 de febrero de 2007

.EL MONTE DE BETER

.EL MONTE DE BETER
Mi amado es mío, y yo suya; El apacienta entre lirios. Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, Tórnate, amado mío; sé semejante al gamo, ó al cabrito de los ciervos, Sobre los montes de Beter. (Can 2:16-17)
Es notoria la manera que la amada del cantar conoce al amado, ella tiene la capacidad de saber hasta la dirección que está viendo el amado y lo más importante que ella sabe que se encuentra sobre los montes de Beter, esta es una característica muy importante para la iglesia que ama al Seńor pues debe de conocer el lugar donde encontrarlo.
Esto me recuerda el día que Jesús se les pierde a sus padres, ellos no sabían en donde encontrarlo, pienso que hasta de casualidad fue que lo encontraron en el templo, pero realmente no sabían donde encontrarlo, hoy día muchos andamos buscando a Jesús en lugares equivocados, vemos a personas buscándolo de lugar en lugar, son amadores de Dios, pero piensan que lo encontrarán en la “iglesia de moda” o encontrarlo por “referencia” de otra persona, por eso es muy importante tener una casa y estar definido.
Creemos que en un determinado lugar encontraremos al Seńor, por esa razón los padres de Jesús primeramente lo buscaron con los parientes cercanos, cuando Jesús estaba en el templo; María después de encontrarlo se lo lleva, a pesar de estar “en las cosas” de su padre dejando sorprendidos a los maestros de la ley, por muy “ungido” que sea su hijo, recuerde que usted sigue siendo el padre.
En este capitulo del cantar de los cantares encontramos algo muy “raro”, ella encuentra al amado en Beter que significa el lugar de la separación, el lugar de la consagración, lugar de definición, el lugar donde dejo las cosas que no le agradan a Dios y permanezco con El, por tal razón muchas personas tienen “perdido” a Jesús, por falta de definición; si el día de hoy te has preguntado żPor qué ya no lo siento? Seguramente necesitas definición, consagración, despojarte de muchas cosas pasadas, la amada esta consiente que necesita despojarse de algunas cosas para poder encontrarse con El.
Las personas que hemos sentido su presencia nos sentimos “desgraciados” cuando ésta ya no está, sentimos tristeza y hasta frustración, diga conmigo: su presencia tiene precio, tiene un costo; Beter no es un lugar geográfico, no podemos ir a un lugar en específico, Beter es una actitud en el corazón, lamentablemente no es un país, iglesia o edificio físico, campańa o congreso, es una actitud interna. El está en el corazón de toda persona que lo desea sentir.
Si la presencia de Dios la puedes sentir, sin duda alguna estas en el monte Beter, monte de la consagración, también en ocasiones cuando sientes la presencia de Dios seguramente es debido a que alguna persona presente esta subido en el monte Beter. Este día lamento decirte que al Seńor lo encontrarás en cualquier lugar donde estés, siempre y cuando tu condición espiritual este sobre el monte Beter, El ya no habita en templos de piedra o madera, El habita ahora en un corazón de carne y sangre, el Dios que no cabe en el cielo ahora habita en un pequeńo corazón. Diga conmigo: “yo soy casa de Dios”, lo cual lo confirma el apóstol Pablo al decir: vosotros sois casa de Dios, templos del Espíritu Santo.
Donde está el hijo ahí esta el Padre, el salmista David escribió que el Padre cabalgó sobre un querubín, ángel protector de cuatro alas, cabalgando bajó al infierno donde estaba su hijo, el día de hoy no se en que “infierno” puedas estar metido, pero si eres hijo, se que nuestro Dios es fiel y te sacará de cualquier “infierno”.
Ahora sucede algo “extrańo” la amada del cantar de los cantares en el primer versículo del capítulo tres dice: En mi lecho, por las noches, he buscado al que ama mi alma; lo busqué, mas no lo hallé; un versículo anterior afirma que en el monte Beter lo encontraba, es contradictorio lo que la amada dice, porque lo andaba buscando en su lecho cuando El estaba en el monte. Ella pensó que en su lecho, cama; tipo de acomodamiento, acostada, sin orar, ayunar o sin congregarse encontraría al amado. Lamentablemente no es así, necesitamos cambiar nuestra actitud,
Primeramente ella sabe que en el monte de la consagración lo encontraba, en el monte de la definición, ella sabía que tenía que despojarse de muchas cosas para tener su presencia, ahora en el acomodamiento no lo iba a encontrar, las cosas que anhelamos, sean cual sean necesitamos esforzarnos para conseguirlas.
Si deseas encontrar la presencia de Dios debes de levantarte de ese estado de acomodamiento, falto de esfuerzo, lamentablemente la amada fue por las calles de la ciudad a buscarlo, hoy pregunto żQué encontramos en las calles? Vicios, placeres, sexo desordenado, etc. El no esta en las calles, nada de lo que puedas encontrar en las calles se puede comparar al amor de nuestro Seńor, nada fuera del El puede llenarte.
Inmediatamente aparecen los guardas, ella también lo busco con los hombres terrenos, estos son tipo de los ministros, que lamentablemente también pueden fallarte pues son humanos, mucha iglesia anda en busca de los “grandes” siervos esperando un “toque” de ellos y se frustran más al ver que estos pueden fallarle al saber que son personas iguales a ella, si el ministro no puede atenderte te frustras y decides hasta cambiarte de congregación, algo muy parecido le sucedió al general Naamán cuando dijo: He aquí, yo pensé: "Seguramente él vendrá a mí, y se detendrá e invocará el nombre del SEŃOR su Dios, moverá su mano sobre la parte enferma y curará la lepra." Y el siervo Eliseo ni siquiera lo salió a atender.
żEn donde esta el que ama mi alma? El Seńor nos sigue esperando en Beter, Jesús nos sigue amando y cuando tú decidas ir a Beter, harto del acomodamiento, las cosas de las “calles” de los vicios y los placeres, El estará esperándote sobre el monte del cambio de actitud.


Pastor. Ricardo Pantoja Cruz