miércoles, 21 de febrero de 2007

ESTRATEGIA DE ATAQUE

ESTRATEGIA DE ATAQUE

żCómo hacer para “descubrir” al diablo y no temer una represalia? Especialmente cuando se recibe Palabra de Dios portadora de promesas. Del texto tomado como base, se desprende la posibilidad de que luego de recibir una promesa de Dios, venga la prueba para ver si tenemos fe, situación aprovechada por el diablo para hacer caer y provocar dudas en el cumplimiento de las promesas. Ante la Palabra de Dios recibida, el diablo ataca, para tratar de arrancarla del corazón lo cual en ocasiones logra, basta recordar la parábola del sembrador en donde la semilla caída a la orilla del camino fue comida por las aves y ni siquiera echó raíz.

Sin embargo, hay terrenos fértiles donde la Palabra no solamente es recibida, sino que a pesar de la prueba, se espera con fe hasta llegar al cumplimiento de las promesas de Dios.

La prueba a la Palabra recibida: Cuando se escucha la Palabra (el dicho de Jehová), viene el contra ataque del diablo y la prueba (Sal. 105:18.19). Por ejemplo, Eva fue probada en lo que había dicho Jehová, pero la instrucción había sido dada a Adán (Gen.2:16,17), y de Adán pasó a Eva, ella no tenía el rhema (notemos la diferencia con Gen. 3:2,3). Eva recurrió al rhema de Adán y no le funcionó. Es peligroso tomar como propios los rhemas de otro. Dios establece e indica su Palabra y el diablo contra ataca.

Los portadores de la Palabra: Es importante recibir la Palabra de Dios de siervos genuinos. Sin embargo, hay que tener cuidado. Recordemos que el ser que se les metió en el Edén, aunque “hablaba de Dios y de su Palabra”, era infernal (Gen.3:1,5).

El diablo con palabra (sin rhema) trata de atacar a la Palabra Verdadera. Notemos que ante el “escrito está” de Jesús, quiso replicar en igual forma (Mt. 4: 4,6), pero no le funcionó.
El diablo quiso hacer caer a Jesús (Cristo el postrer Adán) como lo hizo con Adán (el primero). Pero Cristo (postrer Adán) aún no tenía a su Eva afuera.

Ante el testimonio de la Palabra del Padre, el diablo ataca: Al salir del Jordán el Padre testificó de Jesús: Este es mi Hijo amado.. (Mat.3:17). Luego, en el desierto el diablo le pregunta: żSi eres Hijo? (Mat.4:3,6). El diablo si sabía que Jesús era el Hijo y Jesús venció con la Palabra “escrito está” (Mat.3: 4,7).

Jesús no cedió ante el diablo porque el rhema de ser Hijo lo recibió directo de su Padre Celestial: .”.. tú eres mi Hijo amado..” (Luc.3:22). Pero no salió de inmediato a hacer seńales ni predicar, debía ser probado primero (Luc.4:1,2). Estaba en el desierto pero con el Espíritu Santo con El.
De allí que por el testimonio del Padre, Jesús se sabía Hijo de Dios, pero fue declarado Hijo de Dios con Poder hasta después de su resurrección (Rom.1: 4), por eso Jesús se llamaba a sí mismo “el Hijo del Hombre”. Por eso el diablo quería hacerle poner en duda y decía (..”Si eres hijo de Dios..).

La espada de la Palabra (Ef.6:17; Heb.4:12): Jesús fue ungido al salir del Jordán, pero en el desierto no venció con el “vino” (seńales, emborrachamiento del Espíritu), venció con la Palabra. La armadura de Dios tiene 5 partes, 4 son defensivas y una ofensiva: la espada. Esta fue la que usó Jesús para vencer al diablo. En manos del diablo esa espada no funciona, porque es del Espíritu, a lo cual el diablo no tiene acceso.

Ungido, llevado al desierto, probado, vencedor… regresa con el poder de Dios (Luc.4:14).

El combate es según niveles espirituales: Dios no permite pruebas mayores que las que podamos resistir y de esa manera, no permite que seamos atacados mas allá de nuestras fuerzas. Por eso el diablo ataca según tamańos de gloria, según el grado de participación en el Reino de Dios, a algunos ni caso les hace. Debiendo pedir permiso a Dios para “zarandear” a cualquiera de sus hijos (Luc.22:31,32). Al respecto, después del regreso de los 70 notamos la siguiente situación (Luc.10: 17,18):

Lucha discípulos contra demonios: ..Seńor hasta los demonios se nos someten..
Lucha en las alturas entre jefes: ..Yo veía a Satanás caer como un rayo.

La resistencia al diablo: Hay que resistir al diablo y éste huirá. Sin embargo nos encontramos con un paso previo (Stgo.4:7): Someterse a Dios. Esto es, debemos ser obedientes con El y ponernos bajo su autoridad. Al respecto notemos que Jesús previo a enfrentarse al diablo en el desierto, se sometió al Padre cumpliendo toda justicia, cuando se dejó bautizar por Juan (Mat.3:14,15). Luego de someterse a Dios, estamos en mejores condiciones para resistir al diablo, lo cual quiere decir, no prestarse a sus planes ni a sus consejos. Y si sometidos a Dios resistimos, el diablo huirá de nosotros.

Las claves de la victoria ante el ataque: En la victoria de Jesús notamos especialmente dos cosas: primero, la fidelidad: Jesús no venció con ningún don, venció con la fidelidad a su Padre. Porque el objetivo no es lograr la autoridad espiritual sobre el diablo. Para esto solamente el Nombre de Jesús basta. El objetivo es SER FIELES AL PADRE. La segunda, la Palabra de Dios, Jesús venció con la Palabra. Pedro emborrachado y hacedor de seńales, dijo : “Tenemos la Palabra Profética, que es mas segura “. La espada del Espíritu es la Palabra. (Ef.6:17).

El contra ataque mediante la duda: Después de que la Palabra de Dios es recibida, hay una especie de contrataque proveniente del mal. El diablo trabaja para poner en duda la Palabra por dentro de nosotros. Quiere explotar nuestras áreas débiles para botarnos, Jehová por el contrario se hace fuerte en nuestras áreas débiles, para que seamos fuertes. P.e., Pedro en medio de la tormenta recibió Palabra: el Seńor le dijo, VEN, Pedro caminaba sobre las aguas, pero al ver la furia de la tormenta dudó, entonces se hundió. Jesús le dijo: hombre de poca fe, por que dudaste (Mt.14: 29 - 31).
En el desierto Jesús estaba entre ángeles (si vencía) y fieras (si perdía). Cuando Jesús resistió la última tentación diciendo: se ha dicho (Luc. 4: 12).. y el diablo se fue, el Padre dijo: “siervos, sírvanle.. y los ángeles le servían.

Jesús no alardeaba de su privilegio como Hijo o Verbo de Dios. A sí mismo se refería como el Hijo del Hombre, respetaba las glorias, aún las caídas Pero con poder los echaba. No se gloriaba ni se alababa a sí mismo, dejaba que extrańos le alabaran, por eso de otros recibía adoración.

El que pasa desierto, soledad o estrujamiento, ánimo: recogerá poder. Nunca volvió al desierto, nadie lo pudo vencer.

La prueba de los cimientos (Lc.6:47-49): Según lo que hagamos con la Palabra de Dios que recibimos, tenemos dos posibles cimientos para resistir el día de la prueba:

El cimiento que resiste: es obtenido por todos aquellos que oyen la Palabra de Dios y la ponen en práctica. Los tales deben cavar hondo, encontrar la roca y echar el cimiento de la casa. Esto significa abandonar la superficialidad de las cosas terrenas buscando la vida en Cristo. Aquellos que cumplen la Palabra de Dios, tienen su vida sobre la Roca. Cuando viene la prueba resisten.

El cimiento falso: aquellos que oyen la Palabra y no la hacen vida, prácticamente construyen sobre la tierra sin cimiento. Su vida es terrenal, sin fundamento en los preceptos de Dios. Por lo tanto no tiene el respaldo de Dios y cuando viene la prueba no resisten, se desploman con facilidad.

Pastor. Ricardo Pantoja Cruz

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