VESTIDOS DE HUMO

VESTIDOS DE HUMO
żQuién es esta que sube del desierto como columna de humo, Sahumada de mirra y de incienso y de todo polvo aromático? (Can 3:6)
Para la amada del cantar de los cantares llegar al punto de ser semejante a una columna de humo tuvo un gran precio; recordemos que el amado se había ido como cervatillo al monte de Beter (monte de la definición) y versículos anteriores vemos que ella anduvo buscando a su amado en su lecho, en las plazas y preguntando a los guardas, en el estudio anterior (pies de cierva) hemos analizado cada una de estas situaciones. Lo más interesante de este punto es saber que muchos andamos buscando al Seńor en lugares equivocados y para poder encontrarnos con El debemos de sufrir nosotros también la transformación de nuestros pies y alcanzar niveles superiores junto con el amado, fue necesario para ella atravesar toda esta situación para poder encontrar al que ama su alma.
Ahora sucede algo increíble, después de atravesar todo lo anteriormente descrito, la amada “se quema”, perdiendo todas las imágenes anteriores, volviéndose como una columna de humo, esto nos recuerda lo que el apóstol Pablo escribe en la carta a los Romanos; “les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo”, en contexto con lo escrito a los Corintios: “porque para Dios somos buen olor de Cristo”, recuerde somos ofrendas vivas pues Jehová ya no acepta ofrendas “muertas” la última ofrenda muerta que el acepto fue la de su hijo Jesucristo, Aleluya.
Quiero que ponga mucha atención a la expresión que utiliza el escritor de este maravilloso libro al referirse a la amada; żquién es esta? No la reconocen, ha perdido toda anterior imagen, sabes cuando tú y yo vamos a tener frutos, cuando digan de nosotros también żQuién es este? Habiéndonos conocido antes, si aún no somos “desconocidos” creo que todavía no sean manifestado mucho los frutos, quiero decirle algo el día de hoy, necesitamos ser vestidos de humo así como el sacerdote Aarón en el tabernáculo.
Necesitamos estudiar que pasa con el humo para poder entender porque ella se vuelve como “columna de humo”; el tabernáculo levantado por Moisés en el desierto tenía tres lugares, los atrios, el lugar santo y el lugar santísimo. En los atrios se sacrificaba la ofrenda con la cual se agradaría Jehová, esto lo podemos leer en el libro de Levítico capítulo nueve, Moisés habla a Aarón diciendo: “toma un becerro para el sacrificio y un carnero para el holocausto ambos sin defecto y preséntalos al Seńor”, Aarón quemaba en los atrios la ofrenda tal como Jehová había dicho.
Aarón cumplió tal como Moisés le había ordenado, quemando en holocausto toda la ofrenda a Jehová, posteriormente entraron los dos al tabernáculo para consultar a Jehová, adoraron y cuando salieron de la tienda, el fuego de Dios, como seńal de aprobación de la ofrenda, lamió la ofrenda ofrecida por el sacerdote y todo el pueblo alabo cuando el humo se levanto hacia Dios. Diga conmigo por favor: “Humo es igual al santo aborrecimiento de Dios en contra del pecado, el humo es la seńal de carne quemada”.
De la misma manera ocurrió con Jesús, degollado, deformado y exprimido de toda su preciosa sangre, bajó a lo más profundo de la tierra para ser quemado, el libro de Job declara: “nuestro redentor se levantaría de entre las cenizas”, el salmista David como un profeta salmista también escribió: “mi corazón fue como cera, derritiéndose en medios de mis entrańas”. Jesús el cordero de Dios también fue quemado. Ahora Jehová también necesitaba enviar su fuego como seńal de aprobación de la ofrenda levantada; cincuenta días después de haber presentado la ofrenda, Jehová envió sobre de los discípulos la seńal del fuego de la aprobación, El Espíritu Santo, vino sobre de ellos como lenguas de fuego, declarando aceptada la ofrenda del cordero santo.
Tu ofrenda tiene que traer como consecuencia el fuego de Dios a tu vida, si nos atrevemos a realizar algo para la Gloria de Dios, tenemos que esperar la respuesta de aprobación de parte de Dios, y esto correspondía al nivel de los atrios, necesariamente tenemos que hablar de los otros niveles.
En el segundo nivel, el lugar santo, solo unos pocos podían accesar, muchos hacen énfasis a los accesorios que en el habían; la mesa de los panes, el candelero, el incensario. Pero muy pocos enfatizan en las actividades que realizaba el sacerdote, Aarón antes de tocar la luz del candelero y antes de tocar los panes, el tenía que pasar primeramente por el incensario, el cual servía para expandir de incienso todo el lugar santo, ese humo no salía del lugar santo, los vestidos del sacerdote se impregnaban de este humo, la vestidura del sacerdote era el humo del incensario. El lugar santo no tenía luz natural, a diferencia de los atrios que tenían la luz del sol, la única luz que iluminaba era la del candelero, el sacerdote vestido de humo se acercaba al candelero, tomándolo de su mano derecha renunciaba a toda luz natural, dejando en los atrios la luz de la vanidad y toma en sus manos la luz de Dios, recuerde esto: Jesús dijo, Yo soy la luz. Sin el humo del incensario no podrás tener en tu mano la luz de Dios, por tal razón el salmista dijo: “Lámpara es a mis pies tu palabra”, el Seńor no permitirá que tomes el candelero si estás bajo la luz del sol de la vanidad.
Incensario es igual a oración, si te quieres vestir de humo es necesario tener una vida de oración, estas ropas son muy extrańas huelen a quemado, por tal razón a la amada le fue necesario introducirla a las cámara del rey, porque el sol la había quemado. Vestido de humo tengo la capacidad para aborrecer la luz natural y tomar tu Seńor, por eso el salmista decía: “envía tu luz y tu verdad y mis pasos seguirán tus santos caminos”. La persona que logra tomar el candelero tiene siete luces, la luz perfecta; sesenta y tres frutos, visión de Dios. Si el día de hoy no tienes visión muy posiblemente estas debajo de la luz de la vanidad.
Por último, vestido de humo, con candelero en la mano se acercaba a los panes, doce en su totalidad, puestos ordenadamente; vestido de humo con candelero el sacerdote tenía el derecho de comerse el pan del gobierno de Dios, convirtiéndose así en uno hombre bajo sujeción divina, por lo cual Jesús nuestro sumo sacerdote dijo: “mi comida es hacer la voluntad de mi padre”, Jesús constantemente estaba en la mesa de la proposición. La invitación el día de hoy es a ingresar a la tienda donde no entra la luz natural.
El lugar santísimo es el nivel más alto de sujeción a Dios, por tal razón habían seres celestes para guardar al sacerdote del fuego de la Shekina, ahora podemos entender la razón por la cual el cantar de los cantares describe a la amada como una columna de humo, la que sube del desierto; si por alguna razón estas atravesando un desierto, Ąvuélvete humo!, aprovecha tu desierto para volverte una ofrenda viva, el desierto es uno de los mejores tiempos para orar, el mejor momento para tomar el candelero de la luz de Dios.
Anteriormente solo un hombre tenía derecho de entrar hasta el lugar santísimo, pero ahora el escritor de Hebreos dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, Por el camino que él nos consagró nuevo y vivo, por el velo, esto es, por su carne” animo el velo se rompió, el camino esta libre.

Pastor. Ricardo Pantoja Cruz