lunes, 19 de febrero de 2007

RECUPERANDO LO PERDIDO

RECUPERANDO LO PERDIDO
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Seńor: He aquí, Seńor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. (Lc 19: 7-10)
En el momento en que Zaqueo se encuentra arriba del árbol Jesús le dijo: “date prisa, desciende”, lo que podemos entender es que si nos encontramos muy arriba Jesús no puede ir a visitar nuestra casa, podemos leer en esta porción de la palabra que Jesús no solo vino a salvar gente, o alguna cosa determinada si no, él vino a buscar también lo que se había perdido, es decir todas las cosas que estaban perdidas; es por eso que en ciertos momentos nosotros nos hemos dado cuenta de que hemos perdido ciertas cosas, y cuando nos damos cuenta de que alguna vez lo tuvimos nos hace clamar al Seńor por recuperarlo de nuevo, por ejemplo el dinero que teníamos y lo gastamos en alcohol o droga antes de ser cristianos, y recordamos que lo tuvimos, pero lo perdimos y es en esta palabra donde el Seńor nos enseńa que podemos recuperar todo aquello que hemos perdido.
En ese entonces eran despreciables las personas que cobraban los impuestos, o que eran publícanos y solamente Jesús tenia amistades como esas y que las demás personas despreciaban, cuando las personas vieron que él estaba platicando con Zaqueo empezaron a murmurar, si nos damos cuenta Jesús sabia el nombre de Zaqueo sin haberlo visto antes y también sabía que era hijo de Abraham, żcomo lo supo el Seńor Jesús? si nunca lo había visto, lo que Jesús vio fue un sello en este hombre aun que fuera publicano y pecador el tenia un sello y no se le iba a quitar esa marca por la situación en que estaba y cuando Jesús paso reconoció el sello. Recordemos que Jesús vino por lo que se había perdido, entonces cuando fue que Zaqueo se perdió, Jesús lo andaba buscando y cuando lo encontró y le habló las personas empezaron a murmurar por que era una actitud inusual ya que en aquellos que era religiosos no era usual que tuvieran relación con esta clase de personas. Pero Jesús había venido a buscar lo que se había perdido, así como los médicos van a donde están los enfermos, y si Jesús es el medico de médicos entonces era lógico que Jesús buscara aquellos enfermos como Zaqueo y buscar lo que se había perdido de el y para encontrarlo tenia que meterse a lo mas feo y sucio, entre los pecadores. Jesús al decir que venia a buscar lo que se había perdido incluía una actitud que era el hecho de andar con pecadores y por eso las demás personas murmuraban, igual hemos sido nosotros al conocer al Seńor no queremos relacionarnos con las demás personas nada mas con las personas que tiene a Cristo en su corazón y eso debemos de cambiarlo y ser como Jesús e ir a buscar a los “Zaqueos” y hablarles del evangelio a todas las personas.
Jesús no habla de lo que se le había perdido refiriéndose a algo material o monetario solamente, si no se refiere a las personas que se encontraban en pecado, aquellos que andaban mal, Jesús iba y los buscaba y a él no le importaba lo que las demás personas digieran. Allá afuera siguen personas que están encima de los árboles que son corruptos, pecadores, perdidos que necesitan que alguien les hable y ese alguien podemos ser nosotros. A Dios no le da pena hablar con la gente que se encuentra en medio del pecado, si creemos lo contrario solo recordemos a Adán y Eva cuando comen del fruto del árbol prohibido, el Padre llego a la misma hora que siempre a buscarlos y a hablar con ellos, aun después de que habían pecado contra él mismo. Que no nos importe lo que digan los demás debemos de ir a buscar a los “Zaqueos” para que devuelvan lo que se han robado.
Cuando Zaqueo le abrió la puerta a Jesús de su casa impactó también a toda su familia, debemos de reflexionar y no creernos santos y que no podemos relacionarnos con aquellos que aun tienen olor a “cerdo”, ellos necesitan que les recordemos lo que tenían, tenemos la obligación de irle a quitar al leproso su lepra y tomar de nuevo lo que se había perdido, así como en aquel entonces se perdió y la religión se politizó, se olvidaron de la viuda, de las prostitutas por eso llego Jesús a hablarles a los pecadores. Es seguro que si buscamos a un pecador reconocido en nuestro país y nos juntamos con el o ella, las demás personas van a hablar pero que no nos importe pues nuestro objetivo debe ser salvar lo que se encuentra perdido.
Llegara el momento en que va a ver devolución de todas las cosas perdidas, pero somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de hacer algo para recuperarlo y será el Seńor en su misericordia el que puede devolvérnoslo, Amén.

Pastor. Ricardo Pantoja Cruz

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