lunes, 19 de febrero de 2007

LAS REDES LIMPIAS

LAS REDES LIMPIAS
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. (Luc 5:4-5)
Pedro había intentado pescar en el mar toda la noche, sin lograr su objetivo; en el mismo espacio acuático donde Jesús haría un milagro horas después, Jesús no le dijo a Pedro que se cambiara de mar, “allí donde fracaso, allí lo levantó”, la palabra de Dios no depende de las circunstancias que nos rodeen, no pide permiso, se levanta sobre cualquier circunstancia; usted en este momento debe tener imágenes de fracasos que le hayan sucedido, donde Dios meterá su palabra se levantara algo para que El se glorifique.
No necesariamente debemos cambiar de lugar, no tenemos que pensar: ¡si tan solo hubiera nacido en otro lugar, si tan solo estuviera en otra iglesia!, lo que tenemos que hacer es lo que Pedro le dijo: “No he podido pescar toda la noche”, podría haberle dicho, señor allí donde tu dices que vaya a tirar la red, “no pude”; esa es la gloria de Dios, Pedro podía decirle Señor allí no, y Jesús podía decirle: Yo digo que si.
En este pasaje bíblico se visualizan varias fases o tiempos: Primero, Pedro en su barca; Jesús no hizo que el cambiara ni su barca ni su red, al pescar toda la noche, estuvo en un tiempo oscuro, no había luz, no se veía, y me dijo Dios: “Yo permití el tiempo oscuro, sino hay oscuridad, ¿dónde se iba a ver mi luz?” Pedro se movió al momento de la pesca en un tiempo oscuro, tiempo de frustración, una primera pesca perdida, donde no obtuvo nada, sin fruto, y eso que era futuro apóstol de Jesús; “tiempo de oscuridad” con que base digo que Dios permitió el tiempo antes indicado, en Oseas 6:1 dice: ’’….hirió, y nos vendará”; para que se note su sanidad, debe haber herida, para poder decir “gloria a Dios, sané”, alguien que se encuentra sano no puede decir, “gloria a Dios, sané”, por eso Jesús les dice a los Fariseos, ” los enfermos necesitan de medico y que El había venido por los pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:31-32).
Dios tiene un plan perfecto, donde tiene el control de lo que ahora nos sucede, nos acordaremos siempre del tiempo oscuro, no se olvidará jamás esa primera fase, en donde con nuestro profesionalismo, con nuestra experiencia, voluntad, con poder, lanzábamos redes que no sacaban nada del mar.
Notemos algo, era el mismo mar, el mismo lugar, allí estaban los peces, Jesús no dijo: “peces vengan”, allí estaban, pero las redes de Pedro tenían algo que no los atraía, había un ingrediente que faltaba en las redes, el era una persona con experiencia, con barca, con redes, había agua, los peces allí estaban, pero es necesario algo, para que los peces lleguen a la red, “los peces allí estaban”. Pedro navegaba en su fracaso, pero con Jesús a bordo de la barca, su fracaso se volvió su victoria, por eso no necesariamente debemos cambiarnos de lugar.
Después, Pedro procede a ir al mismo mar, en la misma barca, las mismas redes, pero con la diferencia, que va acompañado de alguien, que hasta el diablo le tiembla, y yo pensé que era la presencia la que había hecho la diferencia, pero Dios me dijo: “No, hay muchos que tienen mi presencia, pero no han prosperado” entonces presencia no es igual a tener prosperidad, y prosperidad no necesariamente es igual a tener dinero, en este caso no hablo de dinero, hablo de la prosperidad en su absoluta definición.
La primera pesca nocturna es frustrada, pero la segunda pesca, diurna, con luz es prosperada, insisto, era el mismo mar, ¿Dónde estaban los peces? entre la pesca nocturna y la diurna, ocurrió algo, no es “capricho" bíblico que este escrito, el Espíritu Santo se encargo que ese punto medio entre las dos pescas apareciera, Dios me dijo: lo que nos ha hecho falta a algunos es que “lo encontré lavando sus redes”, la condición, es “lavarnos”, y me dijo Dios: “yo tengo los peces para ellos, pero por cuanto son míos no les gustan las redes sucias”, en la primera pesca no venían los peces por que las redes estaban sucias, Jesús, no soltó palabra con redes sucias, y me dijo Dios “en si misma la palabra de El, no hará nada, sino tiene el entorno para poderlo hacer” el entorno nosotros lo propiciamos.
Jesús el Verbo de Dios, podía haber aparecido en un instante en esta tierra, pero necesitó de un vientre para nacer, un entorno, un sistema, alguien tuvo que aportar algo para que Jesús pudiera aparecer, Jesús “la palabra de Dios”, baja a la tierra, pero necesita un entorno, una ecología, una actitud, la Palabra venía espíritu, pero necesitaba del vientre de una virgen para poder aparecer, en lo material, en lo concreto.
Cuando Pedro lava sus redes, esta preparando el entorno, para que cuando Jesús dijera la palabra, no se quedara vagando en el ambiente espiritual, sino que atrajera para Pedro la prosperidad preparada de antemano, ese es el principio, todos tenemos fases oscuras, somos especialistas en frustraciones, eso se terminó, eso es un espacio de tiempo limitado.
Recuérdese en la parábola del sembrador, dependió del entorno donde cayó la semilla, así dio fruto, “era la misma semilla”. Usted puede escuchar una predicación, con mucha unción de Dios, pero si usted no preparara el entorno, la Palabra de Dios se quedará flotando como espíritu alrededor suyo, debemos preparar nuestro vientre espiritual, que sea virgen para que Jesús en Espíritu pueda llegar a nosotros y establecer allí su presencia física, muchos tenemos únicamente a Dios con presencia espiritual, no tenemos a Dios dentro de nosotros cambiando nuestra naturaleza humana, lo mejor es tener espíritu de Él dentro de nosotros, y si hay espíritu de El en nosotros se notará en lo físico.
En el pasaje de la pesca milagrosa, se ve a un grupo de personas que no hacían nada, solo observaban, y con ellos Jesús no hizo nada, luego ve a Pedro lavando sus redes, cambiando el entorno, entonces pide a Pedro permiso para subirse a su barca, para Jesús no importa si estás en fracaso, el lo que ve es que estas lavando tus redes, ahora decidamos, “lavamos nuestras redes, o nos quedamos como estamos”, usted decide si se queda con una red, anti peces, solo note, el mar con las redes limpias soltó los peces, pero si ve una red sucia no suelta nada. “Allí donde esta su fracaso, allí esta su victoria”, allí donde no le funcionó nada, allí esta la victoria, solo haga el entorno.
Cada uno de nosotros tenemos que analizar, para saber que limpiar en nuestra vida, cuando estamos limpiando, estamos diciendo al ambiente espiritual, aunque no estoy viendo nada, estoy profetizando que algo viene, el que se limpia se esta preparando. La orden fue dada en el mismo lugar de su fracaso, allí se glorifico Jesús, indicándole a Pedro que se alejara de la tierra, alejándose de ese entorno, pues al limpiar las redes había preparado un entorno mejor, el milagro seria personal, sin que nadie los viera, Jesús tenia preparado algo para el únicamente, en privado.
El mar soltó los peces cuando se le ordenó de parte de Dios, pues El tiene autoridad sobre el mar (Lucas 8:24-25), Dios puso limites al mar (Job 38:11). Debemos prepararnos para un nuevo entorno, lavar nuestras redes, y Dios nos prosperará, no debemos tirar las redes, sino que limpiarlas. Los peces allí están, pero “huelen” cuando las redes están sucias, con redes limpias suceden dos cosas, primero Jesús habla y la segunda, el mar entrega sus peces.
Solo recuerde, que entre la noche y el día, hay limpieza de redes. Dios para prosperar pide una condición, para salvarnos le vasto el pecado nuestro. La noche paso dejando fracaso, frustración, pero Dios nos pide que limpiemos las redes, y Dios se subirá a nuestra barca.

Pastor. Ricardo Pantoja Cruz

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